En la profundidad del agua se ven burbujas,
Burbujas de hielo como las de tu piel,
Seres desconocidos beben de esa miel,
Nadando en el mar de lo desaprobado,
En la profundidad del sentimiento;
Pensamiento y acción: eterna dicotomía.
Venus y Plutón alineados están,
Amor y frio; Atracción y repulsión.
Baco llora al lado de la tumba de Saturno,
Oxímoron se alza en medio de mí ser,
Pleonasmo cae arrodillado ante él,
Cae San Agustin, la virgen, la cruz,
La procesión, la santidad, la medición:
Y Las mascaras danzan, no se quien es quien.
Mi máscara es solo una, repite el hombre valiente,
Mi máscara cae entre burbujas de viento y vapor,
Mi máscara de plástico es la que me pongo para la ceguez,
Para no ver las máscaras de carne y de hueso que siempre me ven.
Los demonios de mi mundo son de huesos y piel,
No me los tengo que inventar; los tengo que enfrentar,
Noches y días en medio de esta agobiante rutina,
Esperando por fin ver a Eros venciendo a Kizin,
Al corazón venciendo a la pluma universal,
Con la cual se han escrito los fragmentos más justos de la humanidad.
Ante estas utopías no me queda más que bailar,
Convocar a la desmesura y a la embriaguez,
Olvidarme de mi ser a través de lo Otro,
La danza del diablo, la cuaresma invertida,
La santidad tirada al piso, lo sagrado hecho profano.
Y mi grito tiene rumbo fijo:
Baco, Saturno,
Plutón y Venus,
El amor frio, el frio amor,
La embriagada desmesura,
La desmesurada embriaguez.
Carnaval,
El escape del hielo,
El entregarse al deseo,
Sin pensar en ningún miedo.
domingo, 27 de marzo de 2011
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