Estar sin estar,
Es la paradoja del pasar,
Ya no estás, pues ya te fuiste,
Pero estás, sí, ¡y de qué manera estás!,
En los recuerdos, siempre presente,
Como si nunca te hubieras ido.
El presente en el que faltas no es más que la síntesis del pasado en el que estorbas.
Y permíteme confesar:
En medio de la paradoja, soy un hombre feliz,
Teniéndote sin tenerte, viéndote sin mirarte,
Y amando tu ausencia ante la presencia de mi dulce compañía,
La relativa pero eterna soledad, soledad que acompaña desde el nacer,
Eterna exhalación con la que abandonas tu única posesión:
Tu propia vida.
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