Ciudad silenciosa, de lo que crees verdad,
En tus ojos está el reflejo del poderoso pensar,
A lo largo del lago del misterio dejaras de observar,
Te hundirás a solas en esta escasa profundidad,
No hay remedio para esta enfermedad,
No hay solución ante lo que te obligaron a vivir,
Si tenga sentido o no, si tenga razón o no,
Eres un conjunto de mentiras ordenadas ante el ser,
No mirar atrás, no resignarse a perder,
Perder la cabeza en el lago profundo,
Del ser, del sueño, de la muerte, de la vida,
De lo obligado, de la libertad, de la salvación,
Irracionalmente racional, impensablemente pensante,
La justicia anda y yo aquí estoy resistiendo como el agua,
Agua cortada por un puñal de hielo,
El hielo rasga mi ser, congela todos mis habitantes,
Y mi cabeza confundida cae de nuevo en el lago profundo,
Que tienes en frente y que grita, que no es verdad,
Volver atrás, para volverme a entender.
Observo frente a tu ser, el reflejo de la nada
Que se pinta con trazos de la eternidad,
Solo un color, dos colores, tres colores,
Los puedo sentir, y mis pies firmes, enterrados,
Olvidados, masacrados, en su eterno y olvidado caminar,
El árbol de tu derecha es la vida, es el cielo, es el amor,
Es la subversión, alimentado del lago profundo
De la escasa realidad, donde crees que es pero nada es,
Navegar con el confuso navío del sentir,
Andar con el silencioso malestar musical,
Se hace estigmatizante, en el mundo al revés.
Ciudad silenciosa, lago tranquilo,
Lago enfermo, agua herida,
Por el cuchillo de cristal, cristal helado,
Fibras del ser, destruidas y carcomidas
En este Lago Profundo.
lunes, 17 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario