martes, 20 de diciembre de 2011

LA NADA


Aquel espacio vacío, entre el silencio y la palabra. Entre la caricia y el beso. Entre el caminar y el correr. Ese espacio que a tantos espanta pero sin el cual nadie podría vivir. Aquel intermedio, aquella nada que permite el todo.
En medio de aquel extraño lugar, momento – o sea lo que sea ­– me encuentro, como la sombra de un fantasma. Pues es en medio de la inexistencia donde puedo vivir. Y es que, hablando francamente, no hay ningún otro lugar en donde hacerlo.  
En el lugar imposible es donde lo posible nace y se hace real. La mutua existencia entre el caos y el equilibrio; la armonía tiene todo el dominio.
Y lo que soy es tan indefinido como el lugar donde me origino. Dónde las mismas posibilidades de ser algo se limitan a un punto muerto.
Soy el silencio que necesita del sonido. Soy el espacio que necesita de la continuidad. El punto seguido que necesitar de otro para no ser final. Soy aquella negación que necesita de la afirmación.
Soy la mitad olvidada creadora del mundo

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