domingo, 4 de diciembre de 2011

LA LLAMADA. LA DESPEDIDA.


-Hola. Llamaba para saludarte… No, para saludarte no; para despedirme.
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-No, no me voy, todo lo contrario voy a llegar, voy a dejar de estar completamente callado frente a ti, me voy a confesar.
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-No, no te hablo en clave. Es solo que estas palabras son las únicas que tengo para expresarme.
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-Estoy seguro de que en verdad preferirías no escucharlo. Solo llamaba a decirte que te amo. Te amo y decírtelo es un viaje de ida y de regreso. Ese es mi saludo y mi despedida. Mi verdad y mi máscara. 
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-Estas presente en cada momento, estas presente con tus eternos silencios, en cada respiro. Y por eso mismo, porque vengo hacia ti es por lo que me despido. Sabes que es imposible y  hay cosas por las que no puedes luchar... No… no hables, no quiero escucharte.
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- Lo único que me has entregado todo este tiempo es confusión, y yo ya lo tengo todo en otro lugar. El dolor solo surge cuando teniéndolo todo quieres más. No puedes sumar sin restar, al menos no sin dañar a alguien, sin romper el frágil equilibrio.
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-Me alegra que lo entiendas, siempre has sido un enigma. Yo, en cambio, he sido un libro abierto. Y es lo menos que podrías hacer ésta vez. 
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-¿Que por qué? Bajjj, yo que sé, tal vez solo entraste a mi vida para hacerme escribir cosas que jamás creí posibles. Tal vez hayas sido solo un paso momentáneo, aquel beso fugaz. Tal vez solo hayas sido un karma extraño y ahora serás solo un punto final.  
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-No lo creo. Esto no es un cuento de hadas, no te volveré a ver. No después de decirte lo que siento.
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-De nuevo tus palabras-enigmas…Bueno, al menos ya no me das solo silencio. Esta vez lo estoy poniendo yo. Ya me cansé de ser un niño frente a ti, de actuar como nunca había actuado y como nunca debí actuar.
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-Lo siento.
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-Espero esta sea la última llamada, nuestra última conversación. Nunca me buscaste y sé que no lo harás. Mucho menos ahora. Yo olvidare tu número, olvidaré lo único que nos tiene en contacto.
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-No, a ti no, nunca podré. Lo máximo que espero es dejar de desearte.
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-Te recordaré como el final sin principio, como el punto sin mayúscula, la muerte sin ser, el cadáver que nunca fue bebé...
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-No, es patético.
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-Adiós.
-........................... Espera!
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