Entre la multitud habrá un sitio para ti,
Dónde el vacio es lo que abarca la plenitud,
La tristeza va corriendo, en medio de las venas,
Las ciencias tropezando dando pasos de falacias
Los amigos son angustia, miedo y arrepentimiento,
La canción que ha de sonar en tu rescate, no es más que el reflejo
De la ausencia de la sonrisa que se apagó, tan pronto oscureció.
En medio de la desesperación,
Todo se torna tan confuso
Pues al parecer ni si quiera existió,
O te estás ahogando a ti mismo,
Sumergido en una fantasía falaz,
Pero de esas que duelen al respirar.
A cada paso, el sueño muere,
A cada palpitar.
Y mientras duermes ya no consigues,
Ni siquiera soñar.
Tus alas se han caído,
Tus brazos ya no quieren escalar,
Las piernas tiemblan,
Son gelatina en medio de un lodal.
Te acercas a tu caída eterna,
Te aferras al silencio, no habrá más.
El mundo entero se tambalea,
Y cae sobre ti,
Ya no hay nadie que te proteja,
Solo hay final.
La esperanza cae,
Como un ejército medieval,
Sus espadas,
No tenían filo para luchar.
El corazón de un hombre,
Que no puede dar más.
El corazón que vuela
Y termina por naufragar,
Sin cielo ni mar,
Sin luz ni oscuridad,
Con nada, solo nada,
Sin nada, ya no hay nada.
domingo, 18 de septiembre de 2011
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