En este lugar, no hay amanecer,
No hay ninguna fuerza que me obligue a caer,
Por los precipicios oscuros del universo,
Voy volando sin remedio.
Todo gira y yo voy atado
Creía que llevaba el ritmo,
Gritaba que llevaba la dirección
Y nunca podía moverme contrario a la constelación.
En medio de las estrellas
La consciencia parece desaparecer
Tan imponentes nos creemos
Y nada somos si junto al cosmos caemos.
Ni una gota en el mar, ni una arena
en el desierto,
No eres ni serás un copo de nieve
único y especial,
La basura interestelar, condenada a
en la tierra sanar,
El abono de ésta vida, pies
descalzos sobre un suelo
Que no paran de soñar con las
estrellas tocar
Y nunca si quiera las verá en otro
sitio distinto a su hogar.
Pequeña cucaracha interestelar.