Miro hasta el fondo
Y me pregunto por qué,
Y no la encuentro,
La razón que tu no ves.
Escúchate,
Aquella sonrisa que no es,
Siénteme,
Tan cerca que olvides las dudas de ayer.
Quiero escapar contigo,
Quiero olvidar el frío,
Y lucharé por esto
No importa si no comprendo.
Aquellos monstruos en la oscuridad,
Ilusiones, fantasmas me quieren atormentar,
Solo hace falta encender la luz
Y alzarnos fuerte hasta el sol.
Quiero escapar contigo,
Quiero olvidar el frío,
Y juntos nos alzaremos,
Los miedos en verdad son chicos.
Miro hacía adentro
Y hay algo claro,
Y lo siento fuerte,
Este amor que nunca muere.
Me pregunto quien es
El enemigo que debo enfrentar,
Pero sé que no importa,
Mientras la voluntad sigue en pie.
Quiero escapar contigo,
Donde no haya frio.
domingo, 30 de junio de 2013
jueves, 20 de junio de 2013
TEN CUIDADO DE MI
Ten cuidado de mí,
Pues soy un gran actor
De esos que miran al infinito,
Y en el fondo una sonrisa atroz.
Confundo los grises
Con un “no me mires”,
Y mientras abrazo,
Un beso a escondidas disparo.
En una situación soy uno,
Y tengo la facultad de sentir,
Al girar he cambiado
Y la sonrisa llega a su fin.
viernes, 14 de junio de 2013
EL UMBRAL
No es la primera vez que llego hasta el umbral. Un cosquilleo en el hombro, miro atrás. El pasado,
aquel extraño compañero. Un amigo imaginario que no deja de atormentarme, sí, todos
tenemos mucho de esquizofrénicos. ¿Acaso
el pasado existe?, Si ya se fue, si ya no está, ¿Acaso alguna vez estuvo? Una distorsión
cerebral, no hay más. Miro atrás.
Luego llega la razón. Me acerqué
hasta esta puerta, es cierto ¿Por qué? ¿Acaso llegué y miré atrás y por eso me
detuve en el umbral? No, al contrario. Llegué mirando atrás y solo en el umbral
me detuve a contemplarla. Sus extrañas bisagras, sus formas circulares. Es
extraño como esta puerta me muestra cosas que nunca vi cuando alguna vez estuve
en el interior. ¿La fachada me debería importar?
Pero la puerta no es lo que me
detiene, tal vez alguna vez lo hizo, no hace mucho. Bueno, no hace mucho que
pasó todo lo que generó este embrollo. Ahora no, la puerta no me detiene. Sería
ridículo, infantil, ¿Acaso no conocí más y mejor cuando estuve en el interior?
¿Qué importa el color de la puerta si dentro el ambiente es agradable? No, no,
la puerta no me detiene en el umbral. Lo que me detiene es mirar al interior,
mirar otra vez. Es el futuro, nuestro otro amigo imaginario. Allí parado,
sonriendo. Me encantaría entrar.
¿Entonces, por qué no lo hago?
Tiene dos caras. Una promesa, una sonrisa.
Una promesa hija del pasado, una
sonrisa provocadora pero utópica. A lo mejor y nunca será, a lo mejor y se
quede en el mundo del jamás. El pasado me ata y la sonrisa me incita. Pero
piénsalo dos veces. ¿Acaso tanto dulce es bueno? ¿Acaso puedo mantener el
control?
Si no estoy dispuesto a todo,
mejor no me acerco demasiado. Eso pienso. Las piernas flaquean, respiro,
suspiro. Escribo. Doy media vuelta, un paso atrás. Nunca hago prisioneros, por
eso digo adiós a los que se van. Que extrañas lealtades con las que estoy compartiendo
intimidades. No traspaso el umbral, pero
dejo mi marca en la puerta que no quise atravesar.
miércoles, 12 de junio de 2013
MIRANDO EL CIELO
De manera silenciosa,
Ocurren las grandes coincidencias,
Aquellas que no existen, aquellas en las que no creo.
La complicidad del silencio,
Mientras ambos miramos el cielo,
Una sonrisa y los alientos se enlazan.
Lo que llega sin buscarse,
Sorprende lo que encontraste.
Y el tiempo pasará y algún día quizás
La luna nos muestre el camino para volvernos a encontrar.
Y el tiempo pasará y el viento soplará,
Trayendo las brumas que separen los hilos de nuestros destinos.
Quien lo podría decir, yo solo digo que ruede la fortuna.
Hay magia en el jamás,
Hay magia en el quizás,
Hay magia en tu mirada,
En el calor de tu cuerpo al pasar.
Y me río en silencio
Y miro el cielo,
Y me pregunto
Si en dónde estés mi recuerdo te inunda,
Te ronda, te persigue
O si simplemente lo devolviste al mar.
Y miro el cielo, el mismo bajo el que tu estás.
Y me río en silencio de la magia del jamás
Que sueña en el quizás.
Ocurren las grandes coincidencias,
Aquellas que no existen, aquellas en las que no creo.
La complicidad del silencio,
Mientras ambos miramos el cielo,
Una sonrisa y los alientos se enlazan.
Lo que llega sin buscarse,
Sorprende lo que encontraste.
Y el tiempo pasará y algún día quizás
La luna nos muestre el camino para volvernos a encontrar.
Y el tiempo pasará y el viento soplará,
Trayendo las brumas que separen los hilos de nuestros destinos.
Quien lo podría decir, yo solo digo que ruede la fortuna.
Hay magia en el jamás,
Hay magia en el quizás,
Hay magia en tu mirada,
En el calor de tu cuerpo al pasar.
Y me río en silencio
Y miro el cielo,
Y me pregunto
Si en dónde estés mi recuerdo te inunda,
Te ronda, te persigue
O si simplemente lo devolviste al mar.
Y miro el cielo, el mismo bajo el que tu estás.
Y me río en silencio de la magia del jamás
Que sueña en el quizás.
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