lunes, 27 de mayo de 2013

PODRIDA RELIGIÓN

Las manos tendidas al cielo,
Rogando por clemencia,
En toda la ciudad,
En cualquier garaje encontrarás,
Las mentiras de ladrones,
Disfrazados de benefactores.

Doña Ester que nada tiene,
Fijo cada mes está,
Entregando su pensión
A las mentiras de un pastor.

Por unas moneditas,
Se consigue salvación,
Pero cheques siempre llegan,
A lo mejor  les va mejor.

De la Gran Ramera,
Cuantas hijas han nacido,
Aprendiendo sus discursos,
Para llegar a los bolsillos.

Hace cuanto resonaban
Enseñanzas de un hombre,
Que gritaba a los vientos:
El mercado no es templo,
Hoy su imagen se enaltece
Su pensamiento yace enterrado,
Entre el oro que han dejado,
Las guerras que tantas veces han creado.

Vende todo lo que tienes,
Dáselo a los pobres,
Ven, ven y sígueme,
Decía su señor,
Vende todo lo que tienes,
Entrégamelo, soy el que necesita,
Y a los pobres, sácales de mi mansión
Dicen ellos hoy.

Que gran negocio,
Jugar con los sentimientos,
De un pueblo que necesita amor,
Respeta las creencias,
Escucha lo que digan,
Pero sal a las carreras,
Si van detrás de tu cartera.

Porque no, no hay mejor negocio que la podrida religión,
Por unas moneditas ellos venden salvación,
Pero siempre llegan cheques,
Será que así les recibirán mejor,
Estafa que promete,
Primera clase en lujosa habitación
De la que nadie jamás regresó. 

jueves, 2 de mayo de 2013

ANTE LA MUERTE PRIMERO


Sus venenos ya corrieron,
Dejando sus cadáveres en el suelo,
En medio de sus lágrimas,
Lo más preciado entregaron.

Ahogados en su tierra,
Ahogados en el agua,
Solo en el más allá se oyen
Los gritos de dolor
Victimas de su condición,
No permitieron su perdición. 

Que mi sangre se arrodille,
Ante la muerte primero,
Que su majestad encadene
Lo que la muerte ya no devuelve,
Y si mis cadenas no puedo romper,
Las de mi hijo no crearé. 

O mujer, digna negra y esclava, 
Entregaste a tus hijos a la oscura melodía,
Para así liberarlos de la luz de tus días, 
O mujer, digna negra y esclava, 
Tantos hijos que se te fueron, 
La esclavitud nunca es vida.