Sus ojos se cerraban lentamente, mientras recordaba
Sus labios susurraban con fuerza devastadora
Toda su imagen parecía venida de otro mundo
Un vidrio roto en
medio de los dos
Y una canción sonando alrededor.
El acercamiento imparable que se contempla
El nudo en la garganta que no desata ni Dios,
La derrota, la caída de rodillas, la esperanza hecha trizas,
Un grito desgarrador que suena como un lamento,
Dos mundos extremos condenados a sufrir.
Intentaba entenderle su verdad,
Intentaba cantarle a su corazón
Cuando en extraña locura estalló
Una vez más empezaba a temblar
Y todo se salía de control.
Una risa maléfica y un grito aterrador.
Nada sería problema
Si la risa no amara al grito
Y el grito no necesitara su amor.
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