sábado, 10 de marzo de 2012

EL ANCESTRO



El alma joven de un guerrero,
El ojo de un halcón mirando desde el cielo.

El arco de la madera de la madre,
La flecha que vuela hasta el más recóndito lugar.

La planta que da vida y muerte a la vez,
La visión de la pantera que busca en la oscuridad.

La sabiduría tranquila de un abuelo,
El león valiente y atento que ruge en su interior.

La serpiente se desliza entre cuevas,
La montaña que tiembla junto con su vibración.

El hombre de hoy que camina en su interior,
El ancestro que revive, como el ave siempre pervive. 

EL GRITO Y LA SONRISA


Sus ojos se cerraban lentamente, mientras recordaba
Sus labios susurraban con fuerza devastadora
Toda su imagen parecía venida de otro mundo
Un vidrio roto en medio de los dos
Y una canción sonando alrededor.

El acercamiento imparable que se contempla
El nudo en la garganta que no desata ni Dios,
La derrota, la caída de rodillas, la esperanza hecha trizas,
Un grito desgarrador que suena como un lamento,
Dos mundos extremos condenados a sufrir.

Intentaba entenderle su verdad,
Intentaba cantarle a su corazón
Cuando en extraña locura estalló
Una vez más empezaba a temblar
Y todo se salía de control.

Una risa maléfica y un grito aterrador.

Nada sería problema
Si la risa no amara al grito
Y el grito no necesitara su amor.