jueves, 5 de enero de 2012

SI


Si convirtiéramos cada una de las promesas que me has hecho y no has cumplido, en piedras gigantes y construyéramos un enorme edificio, seguro alcanzaría el cielo, pasaría las nubes y acariciaría la luna, y así nos daríamos una idea del tamaño del cariño que yo a ti te tengo.
Si convirtiéramos en sonidos cada uno de tus largos silencios y los interpretáramos con instrumentos, seguro tendría una larga sinfonía para dedicarte.
Si cambiáramos tus mentiras por dulces caricias, y me las entregaras como las primeras, con tal sutileza, seguro me hostigaría.
Pero si transformaramos lo que de ti tanto me molesta y lo convirtiéramos en lo que de ti tanto he esperado, seguro en ese mismo momento de mi mente desaparecerías.
Por eso me quedo enterrado en tus promesas, como si fueran piedras, escucho tus silencios como si fueran un concierto,  siento tus mentiras posadas en mi piel, como si fueran miel, y recito mis pensamientos con inusual valentía, como si fueran poesía. 

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