Eres una piedra en mi zapato, te oigo decir,
Sí, eres el problema que en toda vida debe haber,
Eres aquella angustia que no deja por las noches dormir,
Pero eres la pieza rota que no quiero recomponer.
Dices debemos tomar una decisión,
Pero yo prefiero dejar libre al tiempo,
Que tus recuerdos recorran mi cuerpo
Que se apoderen de mi poca libertad.
Dices hablemos, pero no abres la boca,
Dices alejémonos pero mis sentidos provocas,
Dices te quiero, pero en verdad no te importa.
Ahora mis ojos encuentran los tuyos
Tus palabras acarician mis oídos,
Y las objeciones se esfuman,
Se pierden entre trozos de deseos,
Y me siento como un niño,
Queriendo alcanzar su dulce prohibido.
Me miras, sonríes, te das la vuelta, te despides,
Ya no existo más en este momento para ti.
Te olvido, te pienso, ya eres todo para mí.
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