Su cuerpo permanecía sereno
Mientras se fragmentaba por dentro,
Pasando por huracanes de fuego,
Cayendo por precipicios de hielo,
Ahogado… En la tierra del miedo.
En frente la realidad expectante,
Cierra los ojos, aunque ésta le aplaste,
Lucha o espera, de nuevo mentirse,
Quien dice compromiso dice sacrificio,
Pero no está dispuesto a caer por el fuego,
Y mucho menos podría llevarse consigo,
La lucha que apasionante había construido,
La decisión o la paciencia, una medida para sí mismo,
¿Qué quieres en verdad y cuanto estas dispuesto a dar?
Para recibir tienes que soltar, dejar fluir que el viento lleve,
-pues que el viento decida- decía su mente,
Pero su corazón, allí gritaba que no aguanta un siglo más,
Solo unos pocos meses parecían un eterno martirio,
Entonces se escuchaba otra voz, todas al tiempo en la confusión,
Entrega de lo recibido y todo será mejor,
La mente aparecía de nuevo en la escena
“El único camino es el de sí mismo”
Y la voz de alguien desconocido rompió con el ruido,
Que ella decida, mientras tanto respira.
Sin atreverse permanecía,
Allí en la penumbra
Llorando su sonrisa,
Al tiempo le mentía,
Lucha o sacrificio,
Solo el tiempo lo diría,
Mientras tanto la verdad
Expectante aguardaría…
jueves, 16 de septiembre de 2010
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